N.U.L. (1)
Llegó a este mundo en las primeras horas del 24 de junio de 1911 una niña de familia aristocrática, los León de Saavedra y Bracamonte. Juana, según el santoral, fue el nombre que le tocó en suerte a la pequeña, pero era un nombre impropio para alguien de su linaje y fue bautizada con el nombre de Victoria Eugenia, que por aquel entonces era el nombre más perfecto que pudiera llegar a tener cualquier mujer. Pasó toda su vida entre algodones, pero un día hubo algo que le llamó poderosamente la atención: comprobó que los pobres sudaban trabajando. Tras una primera sensación de asco, no pudo evitar hacer una pregunta a su padre al respecto...
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